El que escribe hoy le sigue apeteciendo hablar de la Xtreme. Quiere contarte lo largas que se hacen tres horas y media trepando con la bicicleta por la ladera de una montaña repleta de roca. También te quiere contar lo divertido que es tener que cambiar la cámara de tu bicicleta, a la luz del frontal cuando la temperatura ambiente ronda los 4º.Todavía es más divertido cuando lo tienes que hacer por segunda vez. Lo molesto que resulta encontrar que el camino por el que tienes que pasar está cortado por un árbol caído y tienes que abrirte paso entre las quejas de los matorrales y las ortigas. Lo fríos que te quedan los pies cuando a las 0 horas tienes que vadear un rió y metes de lleno los pies en el agua. Lo inquietante que resulta escuchar en la oscuridad los ladridos de los perros. Lo seguro que te sientes siguiendo las rodadas de tus expertos compañeros cuando solamente ves delante de ti unas lucecitas coloradas. Lo chocante que es quitarte las zapatillas y ver como varios gusanos salen del barro de tus lengüetas. De lo reconfortante que resulta una larga ducha en agua caliente cuando te sientes feliz por haber logrado tu objetivo.
jueves, 30 de octubre de 2008
Xtreme II
El que escribe hoy le sigue apeteciendo hablar de la Xtreme. Quiere contarte lo largas que se hacen tres horas y media trepando con la bicicleta por la ladera de una montaña repleta de roca. También te quiere contar lo divertido que es tener que cambiar la cámara de tu bicicleta, a la luz del frontal cuando la temperatura ambiente ronda los 4º.Todavía es más divertido cuando lo tienes que hacer por segunda vez. Lo molesto que resulta encontrar que el camino por el que tienes que pasar está cortado por un árbol caído y tienes que abrirte paso entre las quejas de los matorrales y las ortigas. Lo fríos que te quedan los pies cuando a las 0 horas tienes que vadear un rió y metes de lleno los pies en el agua. Lo inquietante que resulta escuchar en la oscuridad los ladridos de los perros. Lo seguro que te sientes siguiendo las rodadas de tus expertos compañeros cuando solamente ves delante de ti unas lucecitas coloradas. Lo chocante que es quitarte las zapatillas y ver como varios gusanos salen del barro de tus lengüetas. De lo reconfortante que resulta una larga ducha en agua caliente cuando te sientes feliz por haber logrado tu objetivo.
Xtreme(extremadamente larga, extremadamente dura y extremadamente bonita)
miércoles, 29 de octubre de 2008
¡Ya esta aquí!
martes, 28 de octubre de 2008
No es dificil perderse en las montañas.
lunes, 27 de octubre de 2008
¡Que importante es el casco para un cicloturista!
El que escribe hoy te escribe gracias a su casco. Una inoportuna placa de hielo, las gafas de Pepe que tienen muy mal fario y la afición del que escribe a ir charlando y mirando el paisaje hicieron que no me percatase del peligro. En unas décimas de segundo estaba en el suelo. La placa de hielo asesina me habia vencido. Solamente sentí un fuerte golpe en la cabeza y como me deslizaba unos metros por el hielo. Recuerdo perfectamente el sonido de Dichewemy al golpear el asfalto,la sensación de frió en las manos(no llevaba guantes, error) y el fuerte impacto en la cabeza.Llevar el casco bien colocado hizo que hoy pueda seguir aporreando el ordenador sin ninguna secuela. Lo cierto es que a los pocos minutos estaba grabando las imagenes que te muestro y comiendo un bocadillo de jamón y queso.
El que escribe siempre dice que lo importante de las excursiones es llegar a casa y contarlas.Hoy ,más que nunca, me siento feliz de haber comprado el casco que me recomendó Alberto, de tener la costumbre de llevarlo siempre sobre mi cabeza y de poder seguir contándote pequeñas historias.
viernes, 24 de octubre de 2008
El ladrón de bicicletas.
El que escribe y su querida Dichewemy recordaban la historia que les habia contado Marta.Era a esa hora del atardecer en la que la luz cambia a cada momento,los sonidos se hacen más sonoros y parece que nos volvemos más tiernos.Estábamos sentados viendo la nada, cuando nos acordamos de Entrenómadas y de la historia de Tâher. Marta me la contó de esta manera:
Inmediatamente fui a ver a Mouja, le enseñé la nota y él, con gesto divertido, me soltó un “te lo dije, podrían devolvértela o no”. Le pedí a Mouja que me contara más cosas sobre el ladrón de mi bicicleta. ·”Es un hombre mayor que sólo roba bicis desde que se la robaron a él. Siempre las cojé los jueves que es el día que nadie puede llevarle al polígono donde trabaja. Las roba y lamenta el dolor que causa, luego al día siguiente la devuelve, dejándola en el mismo sitio”. De un golpe vino a mi cabeza “Ladrón de bicicletas”, esa maravillosa película de Vittorio de Sica, y pensé que mi ladrón era como Ricci, el protagonista al que le roban su bicicleta y se siente obligado a robar otra para poder ir a trabajar.
He preparado la nota que dejaré el miércoles por la noche en el manillar de la bicicleta. “No sé como te llamas, pero yo te llamaré Ricci. Puedes usar mi bicicleta todos los jueves y sábados que quieras. El resto de los días la necesito yo. Saludos”.
Tengo ganas de que llegue el jueves. Espero que mi ladrón de bicicletas se lleve la bici. De no ser así, voy a llevarme una desilusión. Junio 17, 2007