jueves, 11 de febrero de 2010

¡De qué tiempos estamos hablando!



El que escribe se ha detenido porque no tenia muy claro quien era el dueño/a de la BH plegable de la imagen.
Mi querida Dichewemy se ha acercado a hablar con su congenere y a recoger información. No teniamos muy claro si el dueño de la bicicleta sería  un anciano de 70 años que seguramente, ya en los años 60 iba a la fábrica con esa misma bicicleta, o por el contrario,la dueña era su nieta, una chica de 20 años un poco hippy o por lo menos un tanto alternativa.
Dichewemy no ha querido desvelarme su conversación, me ha dicho que las conversaciones privadas son eso, privadas y que si me lo comentaba, me faltaria tiempo para colocarlo en este blog.
 P.D.El que escribe ve las imagenes con nostalgia. Sus primeras pedaladas y sus primeras caidas, las dió y las sufrió en una bicicleta igualita, igualita a la de las imagenes.¡Gracias mamá por la paciencia que mostraste aquellos días!


4 comentarios:

CIMAFERMIN dijo...

Yo también tuve una BH plegable,el juego que me dió aquella bici no creo que me lo dé ninguna mas.
Le quité los guardabarros y le dí la vuelta al manillar para emular a los ciclistas que veía por la tele.
Ya nos estamos haciendo mayores, que no viejos

El Correcaminos dijo...

Es que esas bicis valían para todo: desde que me deshice de ella no volví a hacer un caballito decente. Fíjate ésta como tiene el sillín, seguro que la utilizan para hacer "dirt"...

Jose Luis dijo...

La primera bici de la que tengo recuerdo no difería mucho de la bh de la foto, era una supercil de color verde. Con el paso del tiempo, como la de Fermín, también fue perdiendo elementos: faros, dinamo,guardabarros y portabultos, convirtiendose en una bici tan espartana que llegó el día que por no tener no tenía ni frenos. En unos cuantos playeros quedo marcada la huella de aquellas cubiertas, que dicho sea de paso no sé si se cambiaron alguna vez. Te diré que de lo que costaba sacar la cubierta con un par de cucharas mi padre sabía un rato y también de lo que costaba meterla para descubrir que donde antes había uno acababas a base de morder la cámara con los domésticos artilugios con otros cuantos más.
En aquella época para las reparaciones difíciles ( roturas de cadena, cosas de frenos...)estaba "Pepe el bicicleteru" un paisanín que arreglaba les bicis en un bajo que tenía en la C/ Numa Guilhou, al lado del Restaurante El Retiro y justo en frente de Auto Salón.¡Que tiempos!

Jose Luis dijo...

Fe de erratas.
El restaurante es El Sitio, no El Retiro.