Lo curioso de este camino es que está custodiado por una cabra con un solo cuerno. Una cabra mocha que se sorprende cuando pasamos en bicicleta por sus dominios.Una cabra que no entiende muy bien por qué preferimos subir por este tipo de terrenos, cuando podemos coger una carretera perfectamente asfaltada, que nos resultaría mas tranquila y llevadera.
El que escribe, la próxima vez que pase por allí, intentará explicarle lo que se siente cuando finalizas la subida con las pulsaciones a 1000, el sudor chorreandote la frente y las piernas "ligeramente" congestionadas.
1 comentario:
Es que todos somos un poco cab....es y ya se sabe el dicho que la cabra tira al monte.
Un saludo
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