También va este post por los rumanos, colombianos, argentinos y demás trabajadores que me he encontrado por la senda pirenaica. Viajar para mantener a la familia me merece todo el respeto y la admiración.
No podremos olvidar a Rita y tampoco podremos olvidar el pacharán que nos tomamos en su compañía. La velada de Echalar ya és historia pero todavía retumban en mi cabeza las risas y las sensaciones de esa noche.
No hay comentarios:
Publicar un comentario