
Adelante Toni:
Me la regaló mi abuelo el día de mi cumpleaños, un mes de Junio de los años sesenta. La tenía guardada en un almacén bajo la casa, en Lastres, el pueblo donde veraneábamos y la emoción al verla fue enorme: una bicicleta ORBEA, de color verde, con una malla multicolor protegiendo los radios de las ruedas traseras y un sillín de cuero marrón. Recuerdo que me ayudaba a mantenerme en equilibrio, sin apenas llegar a los pedales. Acabé deslizándome por una pequeña rampa, y seguramente lo repetí cientos de veces.
Me encantaban las "pegatinas" que tenía bajo el manillar cromado y brillante, el timbre y la "cartera" de cuero tras el sillín, con una llave fija, parches y pegamento.
A partir de ahí, fue uno de mis mayores alicientes en los siguientes veranos. Ya en la adolescencia nos juntábamos un grupo de amigos e íbamos de un pueblo a otro (Colunga, La Isla, Caravia...) a las romerías. A veces llevábamos sentado en el portabultos a algún sufrido compañero que por supuesto en las cuestas se bajaba inexorablemente.
Esta foto la encontré colgada en un foro sobre bicis antiguas y te aseguro que es idéntica a la mía.
Me la regaló mi abuelo el día de mi cumpleaños, un mes de Junio de los años sesenta. La tenía guardada en un almacén bajo la casa, en Lastres, el pueblo donde veraneábamos y la emoción al verla fue enorme: una bicicleta ORBEA, de color verde, con una malla multicolor protegiendo los radios de las ruedas traseras y un sillín de cuero marrón. Recuerdo que me ayudaba a mantenerme en equilibrio, sin apenas llegar a los pedales. Acabé deslizándome por una pequeña rampa, y seguramente lo repetí cientos de veces.
Me encantaban las "pegatinas" que tenía bajo el manillar cromado y brillante, el timbre y la "cartera" de cuero tras el sillín, con una llave fija, parches y pegamento.
A partir de ahí, fue uno de mis mayores alicientes en los siguientes veranos. Ya en la adolescencia nos juntábamos un grupo de amigos e íbamos de un pueblo a otro (Colunga, La Isla, Caravia...) a las romerías. A veces llevábamos sentado en el portabultos a algún sufrido compañero que por supuesto en las cuestas se bajaba inexorablemente.
Esta foto la encontré colgada en un foro sobre bicis antiguas y te aseguro que es idéntica a la mía.
2 comentarios:
Gracias por tu supercariñoso y GENEROSO comentario, por tu arte pa tomar fotos imposibles (¡pero si quedó chulísima!) y por demostrarnos que hay preciosos y acogedores rincones (ahora se llaman Blog o Web) también en Internet.
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