El sábado 28 hicimos la mencionada ruta, y como no podía ser de otra manera coincidimos en Anayo con otro grupo de beteteros que estaban haciendo el mismo recorrido pero en sentido contrario. Uno de dichos individuos resulto ser Tino, uno de los miembros de Btt Pelayo con más nivel deportivo y una gran persona. Ellos tenían reservada una mesa en el restaurante que veis en el fondo de la imagen y como les parecía poco, al llegar a Gijón les esperaba otro restaurante con la mesa puesta y las mujeres y novias esperando.
Nuestra excursión os la narrare en otra cronica.
Pero lo que quería comentar es lo bonito que resulta reunirse con los amigos todos los años para realizar actividades de esta índole. Año a año nos damos cuenta que pasa el tiempo pero que la ilusión y las ganas siguen siendo las mismas, por eso espero seguir realizando El camino a Covadonga muchos años más y con todos los colegas.
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