¡Un oasis en mi ciudad!

El que escribe este fin de semana no ha salido con Dichewemy pero eso no quiere decir que no se haya movido. Las imágenes que te posteo las realizado en un oasis de integración que existe en la ciudad. Mi espíritu viajero me pedía adentrarme en el corazón de las personas y eso he hecho. Había corazones blancos, negros y menos negros pero todos estaban limpios y sonrientes. Habia muchos corazones de niños y esos si que me llamaron la atención. Eran el futuro.

En ese oasis había cristianos y musulmanes, hablaban distintos idiomas pero creerme si os digo que se entendían a la perfección. Me hicieron sentirme bien por unos momentos.

También había bicicletas. No se por que, pero entre los africanos, nuestras amigas de dos ruedas son muy queridas. Supongo que la economía tiene algo que ver con esto.

Ver tantos corazones felices y conviviendo en armonía me ha hecho sentirme bien. Me dijeron que no siempre era así, que surgían problemas y que había momentos difíciles pero también me dijeron que me fijase detenidamente en lo que los unía y no en lo que les diferenciaba. Y me invitaron a dátales y leche y me hablaron en un idioma muy raro, pero creo que hablaban de cosas muy bonitas.