El que escribe está acostumbrado a ver a los pescadores de caña desplazarse en bicicleta hacia sus lugares de faena.Estas bicicletas pasan muchas horas esperando a sus dueños.Tienen que sufrir todas las calamidades climatologicas que imaginas.El salitre daña sus cadenas, las rocas rasgan sus cuadros y cuando las cestas van llenas, el agua salada corroe cuadro y transportín. La de Manuel además padece otro horror, el desagradable olor que invade la zona.Este dique es el lugar preferido de los paseantes para miccionar con total descaro. Ancianos,jovencitos y todo aquel que siente la necesidad se mete por los cubos y .........
P.D. En el lugar tambien podreis encontrar una chica resignada, que parece de otro planeta.
1 comentario:
Ahora que lo mencionas ¡ye verdá! lo de ir a pescar en bici debe ser norma, como lo de bajar el domingo a por el pan y el periodicu en chándal.
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