El que escribe tiene la sana costumbre de reseñar en esta bitácora lo que le acontece en sus salidas bicimontañeras. Generalmente acompaño los comentarios con imagenes que voy tomando a lo largo de la marcha.Estas instantáneas en ocasiones no hacen justicia a lo que mis ojos ven.La grandiosidad de los paisajes, la atmósfera que respiramos y otros mil sutiles detalles no quedan reflejados en su justa medida.
Quizás hoy tampoco pueda expresar con realismo y veracidad lo del sábado pasado.
Las salidas pueden gustarnos por los paisajes que nos rodean, por el terreno que recorremos,por los compañeros que nos acompañan etc.
La del sábado fue una de las mejores rutas de la temporada.El recorrido en esta ocasión fue lo de menos.Recorrimos los alrededores del concejo de Gijón.Subimos hasta la casa de Chechu,visitamos a la abuela de David en La Collada y volvimos a Gijón por Deva.
Pero lo mejor esta vez estaba en nosotros .Dos amigos rodando en paralelo tres horas, para hacer 50km a 14 por hora.Las pulsaciones no creo que hayan subido de 130 en ningún momento. El hablar sentados sobre el sillin de nuestra bicicletas y en un entorno conocido hicieron que lo fundamental del día haya sido una conversación salida de nuestros corazones. Lastima que mi Lumiz no pueda captar lo más importante de la etapa, pero es que cuando te despides con un fuerte y sentido abrazo, tienes tus maños ocupadas con otros menesteres.
Quiero pensar que la larga derrapada que me metí para no besar el roble y el susto que me pegue cuando me encontré un parabrisas de coche a escasos metros de mi cuerpo, no fue un momento de celos de mi querida Dichewemi.
Los peces de colores son vecinos de Chechu.
1 comentario:
que lindo!
el que no ha tenido este sentimiento alguna vez, no sabe lo que se pierde. ;-)
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