miércoles, 23 de septiembre de 2009

Un cowboy de medio día

El que escribe pasa veloz por un parque de la ciudad cuando, de repente escucha una música estridente, emitida desde una radio del siglo pasado. Es medio día y esta comenzando a lloviznar. El que escribe no sabe quién se esconde debajo de esa lona.Tampoco sabe donde dejó su caballo, ni cuál es su destino. Si sabemos que es una persona ordenada, amante de la música y con mucha dignidad. El que escribe cree que en ese banco duerme una persona sin prisas, con cultura, apasionada y vital. Pero esto solamente es una vaga suposición. Lo que si tiene claro el autor de este post, es que desayunar con este individuo sería todo un lujo y una suerte.

No hay comentarios: