viernes, 31 de julio de 2009

Vagabundo


Lo que estas gentes no pueden permitirse es
no irse.Están enredados en la cancerosa disciplina
de la "seguridad", y en el culto a la seguridad
arrojamos nuestras vidas bajo las ruedas de la rutina, y
antes de darnos cuenta nuestra vida ha terminado.

¿Qué necesita una persona,realmente? Unos
gramos de comida cada día,calor y cobijo,un metro ochenta
para tumbarse y alguna forma de actividad que
le produzca la sensación de haber hecho algo. Eso es
todo, en el sentido material. Y lo sabemos.Pero
nuestro sistema económico nos lava el cerebro hasta
que acabamos en una tumba bajo una piramide de tiempo,
pagos,hipotecas,absurdos objetos,juguetes
que desvián nuestra atención de la pura idiotez de la charada.

los años pasan rugiendo, los sueños de juventud
se oscurecen y se quedan cubiertos de polvo en los
estantes de la paciencia.Antes de darnos cuenta, la
tumba está sellada. ¿Dónde se halla la respuesta?
En la elección.
¿Cuál será:bancarrota de bolsillo o
bancarrota de la vida..?

5 comentarios:

Eduardo dijo...

Blue tomate, buena reflexión la tuya y bonita forma de expresarla.

Un saludo,

Eduardo.

tantos y cantos.... dijo...

Coincidimos, no es más feliz el que más tiene, sino el que menos necesita.
La sonrisa de un desconocido, buena compañía, una puesta de sol, un buen vino, una mirada, la música.....tantas cosa que no cuestan dinero y dan tanto beneficio.
Generosidad y amor eso es todo amigos.
que tengáis un buen fin de semana

Anónimo dijo...

Lo he leido hace poco:
" Un turista americano de visita a un rabino se sorprende al ver su habitación en la que solo hay un montón de libros, una mesa y una silla y le pregunta:
"¿Rabino, donde estan tus muebles?"
A lo que el rabino contesta:
"¿Y los tuyos"?
"Yo solo soy un turista estoy de paso".
Yo tambien!, le contestó el rabino.
Desde el cerro

Anónimo dijo...

Como me gusta que mis amigos pongan comentarios.

fidel dijo...

Alguien dijo que la felicidad está en la ausencia de necesidad.
Es así de sencillo.
Quién no comprenda esto, quién no se de cuenta de que la carrera por el "tener" es precisamente la que se contrapone con la carrera por el "ser", se alejará cada vez más del verdadero sentido de la vida y terminará sus días sin haberse enterado de cual era la fiesta.

Salud!