Ese día me metí entre pecho y espalda un buen bocadillo de lomo y un bote de coca cola(Lo siento Fermín). Es un ritual buscar un buen sitio para comértelo y sentarte al lado de algún compañero de marcha y tener una charla más tranquila y sosegada.
Tiene que ser un buen momento porque siempre me da una pereza enorme tener que llevar el plato y los desperdicios a la papelera del bar y volver a ponerme en marcha.
1 comentario:
No te preocupes Jose que los beneficios del bocata de lomo compensan con creces las contraindicaciones de la cocacola.
Que hambre me ha entrado despuer de leer esto.
Un saludo y disfruta de tus supervacaciones
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