miércoles, 17 de junio de 2009

Pasando por la cueva de San Pedrín




El que escribe y su querida Dichewemy siempre que pasamos por lugares como el de la imagen volvemos al mundo de los niños.Esos cambios de luz y de temperatura.Esa sensación de no saber donde pisas. Esa inseguridad que transmite la oscuridad. Ese sonido de nuestra voz.Esa humedad que se respira y la sensación de estar pasando por un lugar ancestral hace que te sientas como muy infantil. Se que a mis compañeros les pasa lo mismo porque nuestros comentarios u nuestras caras nos delatan.










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