¡Menudo trio!

El que escribe hoy te postea imagenes de otro de esos encuentros delirantes que suceden solamente de vez en cuando. Por suerte mi cámara de fotos "da fe" del momento.Lo cierto es que el pajarraco tiene un lenguaje muy vulgar y apenas sabe utilizar una cámara digital. Sin embargo ella es una dulce dama de la noche con mucha energía y muy pocas ganas de enamorarse. Los dos han elegido una triste y poco iluminada esquina de un barrio "muy artista" para vivir su apasionada historia de amor. Yo pasaba por allí , ellos tenían ganas de hablar y de paso de librarse de los borrachos que, todos los días, micciónan sus piernas. Te puedo asegurar que apenas hubo sexo y que lo de poner un filtro mental en tu cabeza te puede llevar a paraisos desconocidos.