jueves, 19 de febrero de 2009

Recuperando viejos placeres.




El que escribe tiene la suerte de poder disfrutar del pequeño placer de ir a buscar el pan en bicicleta. Algo tan sencillo como salir de trabajar, subirte a tu bicicleta, pararte en la panadería y llevarte a casa el pan caliente, es un lujo que por suerte está a su alcance. Pero si además tienes la suerte de que tú panadería favorita está a diez minutos de tu casa, que tienen un pan de escandalo y que siempre te reciben con una sonrisa de oreja a oreja, te puedes imaginar que mis problemas de stress son mínimos y que las digestiones las hago sin problema
Para que mi grado de felicidad siguiese aumentando, en el día de ayer, te cuento que el atardecer que paso por delante de mis narices y que pude contemplar con una compañia de lo más deliciosa fue el que ves en la imagen.
¿ Qué pasará cuando empiece el Antroxu?



No hay comentarios: