El que escribe y su alma negra tenían muy claro que querían pasar la tarde del sábado con un grupo de senegaleses residentes en Gijón. Lo que allí vi es fácil de enseñar, para eso están las fotos y el vídeo que te posteo. Lo que resulta más complicado es explicar lo que allí viví.Si observas la primera imagen veras a una joven senegalesa , pero si miras su corazón podras ver como una lágrima se desliza por su mejilla. A esta muchacha le invade la tristeza cuando observa en la pantalla las fotografías de su pueblo natal(Thiock-Essyl), pero es solamente un instante, seguidamente sus compañeras la acompañan a bailar y la sonrisa se apodera de todo el grupo.
El que escribe se alegra de que le acompañase la chica blanca y refulgente como la aurora. Seguramente tardes como la del sábado la hagan tan alegre y solidaria como Los amigos de Thiock-Essyl.
P.D.¿Ves la bicicleta que está detras del grupo de músicos? Esa tiene otra historia que te contaré en otro momento.
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