El que escribe no de dió cuenta de la importancia de la pieza que ves en la fotografía hasta que un día se le vino el cambio de Yellowtomate encima. Su sorpresa fue en aumento cuando se dio cuenta de la dificultad que presentaba encontrar otra pieza exactamente igual a la deteriorada.
Suerte que el que escribe tiene muchos amigos y muy cualificados. El gran Peque y un buen tornero se pusieron manos a la obra y en unos días le solucionaron un problema que parecia una montaña.
Desde ese momento y por recomendación de un gran mecánico llevo una pieza como la de la imagen en todas mis salidas.
P.D. Haz tú lo mismo.
2 comentarios:
Yo nunca he roto una patilla del cambio aun, pero no está de más tener alguna de repuesto. Compraré una para la megamerida por si acaso empiezo a usarla y la parto.
jajajaja no dio guerra la patilla ni nada!
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