Las queridas compañeras del que escribe no se pueden imaginar quien puede tener tan poca sensibilidad como para abandonar a su bicicleta en un lugar como este y en unas condiciones tan lamentables.
Llevamos viendo esta imagen 4 o 5 semanas y nos da lastima pensar en todos los kilómetros que habrá hecho la pobre para acabar su vida destrozada y encadenada a una vulgar barandilla.
Es una lastima pero con frecuencia , el moviliario urbano, se convierte en cementerio de bicicletas.
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