martes, 20 de enero de 2009

Viaje en el tren azul

Al que escribe siempre le han gustado los trenes y por eso hoy te quiere hablar del Blue Train y de lo que allí encontró en su furgón de cola. Mientras escuchaba como música de fondo la mítica canción de Bob Marley No woman no cry(No llores mujer.No llores mujer.Pequeña, no dejes caer mas lágrimas.No llores mujer) y se tomaba una cerveza, el que escribe encontró, lo que se puede encontrar en un lugar como ese; un viaje por los sentimientos de su compañero de barra. Mientras escuchaba su historia y trataba, por unos instantes, de vivir su vida, no se por qué se me venían a la mente las palabras de Alí el León:
Hay tres cosas que no tienen vuelta atrás:
La flecha una vez ha sido disparada del arco
La palabra pronunciada con precipitación
La oportunidad perdida


1 comentario:

Andres dijo...

A veces confundimos llorar. Llorar no solo es arrojar lágrimas por los conductos lacrimales. No solo es entrar en un estado de congojo. No solo es estar triste.
Llorar es pensar que hemos errado el blanco, es arrepentirnos de lo que hemos hecho o dicho.
Cuando la mano suelta la cuerda del arco, la flecha se lanza e impacta sobre el blanco que estemos visualizando. Un error es fatal, no tiene vuelta.
Nuestras palabras no tienen buelta, nuestros pensamientos son moldeables. Lavables.
Hoy he visto llover como hacia tiempo que no habia visto. Las nubes eran claras, limpias y algodonosas. La campiña estaba siendo fertilizada. En mis oidos se podia percibir el sonido del discurrir de la vida, el silencio.